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Arqueología en Tucumán

Arqueología

Tucumán (Tucumán)

Dirección:

Los Valles Calchaquíes, están ubicados a una altitud de entre los 1.500 y los 3.000 m.s.n.m. al oeste de la provincia. Allí han florecido numerosos asentamientos desde tiempos inmemoriales.
Los primeros vestigios datan de unos 10.000 a 12.000 años atrás y son patrimonio de grupos primitivos de cazadores y recolectores.
Posteriormente aparecen diferentes grupos, de los que se destacan.
CULTURA TAFI: Sus rastros se encuentran en Tafí del Valle. A esta cultura pertenecen los menhires agrupados en el Parque Los Menhires.
CULTURA CANDELARIA: Las primeras manifestaciones se ubican en el valle de Tafí, en El Mollar, con piezas de gran volumen y decoración por pastillaje aplicada a su superficie.
CULTURA LA CIENAGA: La cerámica es de distintos tipos: con decoración incisa y grabada; con motivos geométricos sobre formas de jarros, vasos, pequeñas urnas y escudillas abiertas; con decoración pintada de color rojizo, sobre fondo natural de la pasta color amarillento, con motivos geométricos en los escaques y reticulados.
CULTURA SANTAMARIANA: Tejeduría de alto rango, en base lana de llama; cerámica muy desarrollada y metalurgia de gran valor técnico y artístico.

PARQUE LOS MENHIRES
Está ubicado a 10 Km de Tafí del Valle, en el perilago del dique La Angostura.
Allí se han reunido 130 menhires que estaban diseminados en distintos lugares fuera del suyo original, pertenecientes a la cultura Tafí.
En estas piezas de granito, por lo general cilíndricas, han esculpido cabezas humanas muy estilizadas, víboras y figuras geométricas, puntos y círculos, con admirable gracia y sentido estético. Se han establecido dos categorías, lisos y grabados. Estos monumentos han tenido gran importancia en lo que hace a las actividades religiosas de los pueblos de la región.

NÚCLEO POBLACIONAL DE QUILMES
Está ubicado en la sección central del valle de Yacovil o Santa María, en la vertiente oriental del cerro Alto del Rey, a 1.998 m.s.n.m. y a 183 Km de San Miguel de Tucumán, por ruta nacional Nº 38.
Es quizás la más importante población que fuera construida por aborígenes en el noroeste argentino. Está considerado como uno de los mejores ejemplos de la urbanización Santamariana.
Tenía viviendas semisubterráneas de grandes dimensiones, que formaban parte de núcleos habitacionales, bastante complejos, integrados por varios recintos rectangulares que llegaban a medir 25 m de largo por 12 m de ancho, relacionados mediante un corredor de comunicación, y otros tantos recintos circulares, también semisubterráneos, de unos 5 a 7 m de diámetro.
Las paredes son de gran espesor, mediante la técnica de doble pared de piedra, sin argamasa y rellenado el espacio intermedio con tierra y ripio mezclados.
Otra de las zonas de urbanización está ubicada en el faldeo del cerro y la técnica empleada ha sido la de grandes muros de pircas de hasta 3 m de altura, que ascienden a modo de gigantesca escalera hasta alcanzar la mitad de la altura total del cerro.
La tercera zona de construcciones es la llamada Fortaleza. Está dividida en dos secciones, una al norte y la otra al sur de la zona del faldeo y están asentadas sobre salientes naturales del cerro que constituyen inmejorables sitios de vigilancia.
La zona de producción está ubicada más al sur; consiste en grandes campos de cultivo escalonados en andenes, delimitados por muros de contención hechos con grandes bloques de piedra. Estos campos fueron regados artificialmente mediante una represa de 7.000 m3 de capacidad y un sistema de canales empedrados.
Con la restauración quedó visible un sector de la antigua población, con sus casas, senderos, morteros comunes y atalayas; además de reciclarse viviendas, la represa y los dos cementerios.

RUINAS DE CONDORHUASI
Yacimiento arqueológico ubicado en Pichao, a 8 Km de Colalalo del Valle, en los faldeos del cerro Condorhuasi que integra la Sierra de Quilmes. Se halla surcado por los ríos de Trancas, Pichao y Managua.
El sitio fue ocupado por grupos indígenas de agricultores y pastores desde poco después de comienzo de la era cristiana, y se desarrolló especialmente entre los años 1000 y 1500. Después de la caída de Quilmes en manos de los conquistadores en 1667, algunos aborígenes se refugiaron en el fondo de la Quebrada durante varias décadas.
La parte central del sitio presenta una amplia superficie cubierta con terrazas de cultivo, obras de irrigación y estructuras habitacionales realizadas en piedra, similares a las de Quilmes. En los faldeos del cerro se hallan construcciones defensivas, incluyendo el sistema de cultivos, el sitio abarca unas 500 Ha, con aproximadamente 200 Ha ocupadas con construcciones habitacionales. La organización social y la tecnología, incluyendo la metalurgia, estaban muy desarrolladas.
Los cementerios encontrados se ubican en la periferia del área habitacional.
Los entierros de adultos se realizaron en cistas de piedra, cubiertos por una piedra plana; los párvulos eran inhumados en urnas de alfarería. La cerámica corresponde al estilo Santamariano del Período Tardío (950-1470 d.C).

LA CIUDACITA
Estas ruinas se encuentran en el Parque Nacional "Campo de los Alisos". A una altura entre los 4.200 y 4.300 m.s.n.m. Su origen no está definido aún, estudios indican que La Ciudacita podría ser anterior al imperio Inca, o pertenecer al imperio de Tiahuanaco.
Fueron descubiertas en el año 1949 y los lugareños la conocen desde entonces, como "el Pueblo Viejo".
Se observan dos áreas bien delimitadas: una correspondiente al recinto ceremonial y otra perteneciente a los corrales. Los dos sectores están unidos por un sendero de un kilómetro de largo.
Flora y fauna son escasas, la yareta es el único leñoso y entre los animales se ven cóndores, chinchillas y guanacos.
Según una leyenda, el lugar estaba rodeado por una cadena de oro que fue dejada en la Laguna del Tesoro, aquel que quiera sacarla, recibirá una maldición del toro de fuego, guardián de esta cadena.