• Hoteles Argentina

Tucumán » Tucumán » Antropología » Antropología en Tucumán

Antropología en Tucumán

Antropología

Tucumán (Tucumán)

Dirección:

En el sector tucumano de los Valles Calchaquíes florecieron sucesivas culturas que desarrollaron dos formas de economía: la agricultura por regadío y el pastoreo de animales como la llama y la alpaca, en tiempos prehistóricos, a los cuales se agregaría, después de la conquista española, la oveja y la cabra, y en menor medida el ganado equino y vacuno.
De dichas culturas, las más importantes son:

CULTURA DE TAFI: 
Se desarrolló aproximadamente desde comienzos de la era cristiana hasta alrededor del 650 d.C. Su economía era agrícolo-pastoril, en la que la caza y la recolección tenían aún un papel muy importante. Tenían casas con paredes de piedra de planta circular, de unos 10 a 20 m de diámetro, relacionadas con otras más pequeñas, de unos 3 a 6 m de diámetro. Construían sus puntas de proyectil en madera y hueso. Mientras sus productos de piedra denotan un buen dominio de la materia prima, su alfarería era tosca; conocían la metalurgia.
A esta cultura corresponden los monumentos del Parque Los Menhires.

CULTURA CANDELARIA: 
Comienza a principios de nuestra era. Fue con sus cinco fases, la cultura que tuvo mayor perduración en el noroeste argentino, llegando hasta el 1.300 d.C.

CULTURA DE LA CIENAGA: 
Se ubica hacia el 200 d.C.

CULTURA SANTAMARIANA: 
Se inicia alrededor de 850 d.C. y finaliza con la expansión incaica alrededor del 1.480 d.C.
Era una sociedad de tipo aldeano-urbano. El ejemplo más destacado de esta cultura es el asentamiento de Quilmes.
Tenían una producción agrícola de tipo comunitario. Se cree que había una división social en la que los jefes o sacerdotes jugaron un papel importante en la que los jefes o sacerdotes jugaron un papel importante en la distribución de los productos dedicados al consumo.
Existieron dos tipos de explotación agrícola, la que cubría las necesidades básicas de alimentación de la población y la reservada a los consumos rituales en los que tenía un simbolismo central el maíz.
Este pueblo, junto con los restantes habitantes de los Valles Calchaquíes (colalaos, amaichas, etc.) ofrecieron una feroz resistencia a la colonización española, que pudo afianzarse sólo a mediados del siglo XVII.
Fue relevante el rango de la tejeduría, de gran desarrollo, fundamentalmente en base a la lana de llama.
Poseían una cerámica muy desarrollada y una metalurgia de alto valor técnico y artístico.
El pueblo de Quilmes contaba, en esa época, con alrededor de 2.000 familias; al ser derrotados fueron deportados a la provincia de Buenos Aires, donde se extinguieron.