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Antropología en La Pampa

Antropología

La Pampa (La Pampa)

Dirección:

La provincia estuvo habitada originariamente por dos conjuntos tribales de raza pámpida: los puelche-guenaken al sur y los diui-het al norte. A partir de la segunda mitad del siglo XVII y hasta fines del siglo XVIII se produjo la invasión de las tribus araucanas provenientes de Chile, que significó la desaparición de los antiguos habitantes.

LOS PUELCHE-GUENAKEN: 
Su economía se basaba en la caza, especialmente de caballos cimarrones, con boleadora y lazo. En tiempos más antiguos cazaban guanacos, ñandúes y otros animales menores. En forma complementaria se dedicaban a la recolección de frutos y animales silvestres, que molían para hacer una especie de harina.
Sus armas eran la lanza, la boleadora, arco y flechas, honda, etc.
Como defensa usaban una especie de túnica de cuero, en varias capas, que pintaban con manchas negras, imitando la piel del jaguar. Se cubrían con un manto de pieles -quillango-, pintado de varios colores con motivos geométricos provenientes de la antigua cultura Condorhuasi de Tucumán y Catamarca. Además, las mujeres usaban delantales que las cubrían hasta la rodilla.
Se depilaban el cuerpo y las cejas y se pintaban de rojo y negro, tanto en las expediciones de guerra como en las ceremonias funerarias. Como adorno usaban vinchas, aros metálicos grandes y collares de cuentas de piedra.
La habitación era el toldo de cueros transportable.
Desconocían la cestería, la cerámica y el tejido.
El matrimonio era por compra. Era común la poligamia entre los jefes y los individuos pudientes.
Se dividían en numerosas bandas, cada una dirigida por un cacique menor. Luego existían caciques mayores -ganac- que gracias a su prestigio personal dirigían grupos de bandas. Creían en un dios supremo llamado Gamakia (el cacique) que tenia una esposa (Gamakiatsen) y un genio del mal (Gualichu o Arraken), y numerosos dioses menores.

LOS DIU-HET 
Desaparecieron a fines del siglo XVIII. Su economía era muy similar a la de los guanaken, con la diferencia de que conocían la cestería, que era de muy buena calidad.
En cuanto a sus creencias religiosas, se le atribuye la idea de un alto dios llamado Soychu y de un espíritu del mal llamado Gualichu.

LOS ARAUCANOS 
Pueblo agricultor originario del territorio chileno; tuvo una amplísima difusión en la Argentina en tiempos coloniales y republicanos, cuando llegaron a ocupar todo el territorio pampeano y la Patagonia hasta parte de la provincia de Santa Cruz.
La araucanización de los pampas se produjo hacia mediados del siglo XVII y se intensificó a principios del siguiente.
En realidad los pueblos de la Pampa Central y Cuyo tuvieron, desde épocas muy remotas, relaciones comerciales con los araucanos de Chile, pero éstas se intensificaron cuando las pampas se llenaron de ganado silvestre, el cual fue cazado y utilizado como moneda de intercambio. Con ello los pueblos mencionados comenzaron a importar elementos culturales araucanos como tejidos y adornos metálicos.
El primer grupo que se araucanizó, incluso en su lengua, fue el de los pehuenches, que influyeron en los pampas primitivos aculturándolos y formando así el núcleo originario de los ranqueles.
Conjuntamente entraron al actual territorio argentino pequeños núcleos araucanos, que se mezclaron con las poblaciones anteriores. Más tarde se produjeron verdaderas invasiones araucanas, como las encabezadas por el cacique Yanquetruz y los vorogas, que formaron verdaderos gobiernos en la Pampa Central, y los huiliches, que en 1835 llegaron hasta las salinas grandes encabezados por el cacique Calfucurá.
Dadas las condiciones del terreno inapto para su tipo de agricultura, la cultura anterior de los pampas terminó por predominar y, por lo tanto, se dedicaron a la caza y a la recolección.
En esa época comenzaron los "malones" o expediciones de saqueo a las poblaciones cristianas.
La habitación de los pueblos araucanos y araucanizados de las pampas fue el toldo de cueros de caballo.
El poncho y el chiripá fue la vestimenta común de los hombres, completado con la bota de cuero de potro; las mujeres se envolvían en dos mantas, usando una como túnica y otra a la espalda a manera de capa. Usaban el pelo en dos trenzas y se pintaban la cara con puntillos negros; y los labios de rojo. Los adornos de plata eran comunes para ambos sexos.
Las armas principales eran las lanzas largas y las boleadoras. Las corazas de cuero de vaca, los cascos y, a veces el escudo eran comunes.
El matrimonio era polígamo, realizados por compra de la novia a sus parientes a pesar que la filiación fue por vía materna hasta ser abolida por el cacique Calfucurá.
El cacicazgo era hereditaio; los había pequeños, de grupos menores y los grandes jefes de las confederaciones de tribus.
Creían en un dios que creó todas las cosas -Nguenechen- y en un espíritu maligno -Guecubu-.
Para ellos, el país de los muertos estaba donde se pone el sol.
Enterraban a sus muertos con ofrendas de las cuales la principal era su mejor caballo.