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Está ubicada en el golfo San José, a 800 m de la costa, desde la cual se puede ver y oír a miles de aves marinas.
En este apostadero natural cumplen sus ciclos de procreación anual, especies permanentes como la gaviota "dominicana" o "cocinera" y los cormoranes "negro" y de "pecho blanco".
El "jume", arbusto autóctono de poca altura, sirve para la nidificación del biguá.
Las aves comienzan a poner sus huevos en septiembre. En primavera, la población aumenta con la llegada de la paloma antártica, el ostrero y la garza bruja. Se observan además, gaviotines, patos vapor y flamencos.
En noviembre se produce el nacimiento de los pichones.
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